Tengan miras elevadas en sus vidas. Pónganse por delante el ejemplo de los grandes hombres y mujeres que figuran en la historia de nuestro país y del mundo. Aprendan lecciones a partir de su sacrificio y su heroísmo. Ustedes necesitan determinación para enfrentar los desafíos de la vida, que está llena de altibajos, éxitos y fracasos, alegrías y penas. Esos desafíos tienen que ser enfrentados con fe en Dios. No se debe permitir a la mente que se desvíe, saltando de una cosa a otra. Una mente estable es el sello distintivo de una persona verdaderamente educada. La vida debe ser gobernada por reglas bien definidas. El autocontrol es esencial para llevar una vida justa. Nuestra cultura ha enfatizado siempre el bienestar de todos. Ustedes no deben sentirse abrumados por las dificultades que encuentren en la vida. Todas ellas son transitorias; vienen y se van. La fuente de la bienaventuranza permanente está dentro de ustedes. No cedan ante las debilidades de la voluntad. (Discurso Divino, 21 de enero de 1988). BABA