Cuando no distinguen entre el proceso y el objetivo de cada acto y siguen realizándolos sin entender, los reducen a una extraña rutina fosilizada. Cierta vez hasta Prahlada observó: “Ya que es difícil destruir el egoísmo, la gente adopta la opción más fácil de ofrecer animales en el altar. El sacrificio de un animal es la manifestación de esa inercia (tamo guna); es el camino de la esclavitud. El sacrificio del animal del egoísmo es el sacrificio más puro (satwic yajna) en el camino de liberación hacia Dios.” ¡De esta manera, la meta más alta (paramaartha) del pasado se convierte en un objetivo trivial (paaramaartha) de la actualidad! Del mismo modo, cada una de las prácticas antiguas, que alguna vez estuvieron llenas de significado, se ha descontrolado hasta hacerse irreconocible. Ahora es imposible arrancar el árbol de raíz y plantar uno nuevo. Por lo tanto hay que podar el árbol vivo y guiarlo para que crezca derecho. Siempre tengan presente la meta más elevada y nunca permitan que se pierda hasta convertirse en la más baja. (Dharma Vahini, Cap.1). BABA